Etapas de Planeación Financiera
Por Raúl Pozas socio fundador de Prevalora
La planeación financiera puede llegar a ser un tema incómodo para muchas personas o familias. Por lo mismo, muchas veces las personas aplazan este proceso para más adelante y mejor planean y toman decisiones sobre la marcha. Pero una buena decisión tomada a tiempo puede causar una gran diferencia en la vida de una persona.
Un buen proceso de planeación debería tener un efecto relajante, y no al contrario. El propósito de la planeación financiera es precisamente aligerar la carga de estrés que las finanzas nos pueden llegar a producir ya que, al hacerlo de una manera eficiente, siguiendo los pasos y entendiendo las etapas, podemos lograr tener bajo control nuestro patrimonio, y descansar y dedicar nuestros pensamientos a áreas de la vida.
Como decía Paul Samuelson, ganador del premio nobel de Economía en 1970, “Invertir debería ser como observar pintura secarse, o ver el césped crecer. Si quieres emociones, toma 800 dólares y ve a Las Vegas”.
1. Haz un diagnóstico de tu entorno financiero
La primera etapa para generar una buena estrategia financiera es saber bien dónde estamos parados actualmente. Las preguntas más importantes que se debe de hacer uno mismo a la hora de diagnosticar su situación financiera son las siguientes:
¿Con qué instrumentos financieros o activos ya se cuenta?
De forma general, un activo es un instrumento que tiene el potencial de incrementar su valor en el futuro o que genera ingresos adicionales. Algunos ejemplos son: bienes raíces, bolsa de valores, instrumentos de renta, fondos de inversión, AFORES, seguros, entre otros.
¿Qué tanta capacidad para resistir el riesgo tenemos?
Cada persona tolera el riesgo de una forma distinta y esto afectará la forma en la que se decide invertir el dinero. Existen inversiones de bajo riesgo como los instrumentos de deuda, instrumentos de renta, instrumentos como los CETES, Pagarés, Seguros, entre otros. También los hay de alto riesgo, como la bolsa de valores, las criptomonedas, FOREX, entre otros.
¿Qué se quiere lograr?
Parece una pregunta sencilla, pero muchas personas no pueden definir su objetivo principal al invertir o ahorrar.
Es difícil siempre tener todo en orden, pero al menos debemos tener una idea de a dónde queremos llegar, cuál es nuestro objetivo.
Algunas metas típicas son: pagar la universidad de los hijos, comprar una casa propia, mitigar los costos de algún accidente o enfermedad, o vacacionar anualmente.
También podemos tener objetivos como proteger nuestro dinero de la inflación, generar flujo adicional, maximizar el patrimonio a largo plazo o tener ganancias altas a corto plazo.
De igual manera, es importante entender los objetivos en el sentido del plazo que nos llevará lograr cada una. Ya que esto puede impactar en el riesgo que podemos tomar, y también en saber qué tanta liquidez necesitamos tener disponible.
2. Visualizar y priorizar
La segunda etapa es visualizar tus metas financieras y priorizarlas. Recomendamos enumerar todas las metas que se tienen, sobre todo las metas importantes que van a requerir un monto considerable de dinero. Una vez que contamos con una lista de metas, podemos proseguir a priorizar cada una de ellas.
Al priorizar cada meta, no solamente tomes en cuenta el plazo, si no a nivel personal, define cuáles son las metas que no pueden faltar en tu vida, independientemente del tiempo que falta para ellas.
3. Evaluar los vehículos financieros
Es importante saber medir y evaluar cada opción disponible, de entrada, al menos poder medir el riesgo que tiene cada vehículo financiero, y el plazo que requieres dejar tu dinero en este instrumento.
Sea cual sea el gusto personal de inversión de una persona, nosotros siempre recomendamos acompañar estas inversiones con un buen programa de seguros.
Si hacemos una analogía, cuando se compra un auto, es muy raro que alguien lo compre sin bolsas de aire. Sin importar el auto o la persona, normalmente se considera muy importante la seguridad que incluye este vehículo.
Esto debería ser igual al momento de llevar a cabo estrategias financieras e inversiones.
Nosotros creemos en la importancia de contar con un buen seguro de vida, o un seguro de invalidez total y permanente. Este es un instrumento que precisamente va a protegerte a ti y a tus inversiones. Para que si se llega a tener un escenario donde no se puedan seguir generando ingreso, un seguro va a ayudar a que no tengas que deshacerte de tus activos que te han llevado años construir y generar.
4. Revisa, mejora y vuelve a revisar
La cuarta etapa es revisar constantemente las metas y hacer ajustes de acuerdo con los cambios que hayan surgido a lo largo del camino.
Recomendamos revisar la estrategia al menos una vez al año o cuando haya un cambio importante de ingresos o de vida, como la llegada de un hijo, un nuevo empleo, una nueva meta, un cambio importante de ingresos, entre otras.